Trucos de cocina que te harán la vida más fácil
Escrito Por Mageflón.
Entre el trabajo y los momentos de ocio, vamos corriendo a todos lados sin fijarnos en detalles que nos hacen la vida culinaria mucho más fácil. Con estos trucos de cocina, se acabaron los problemas que dan dolor de cabeza y los pequeños accidentes en la cocina que nos pueden arruinar el plato.
Básicos de cocina
1.Mantén tus libros de cocina limpios como el primer día: antes de comenzar con la receta, mete el libro en una bolsa de congelación.
- Usos del colador: el colador te servirá para infinidad de cosas, como añadir zumo de cítricos sin semillas o tamizar frutos secos. Un truco, si el colador está recién lavado y mojado usa el aire caliente del secador, verás que efectivo resulta.
- Organiza tus cuchillos: conviértete en un gran chef y ordena tus cuchillos en un imán, con ellos ganarás no sólo en orden, sino que además evitarás cortes a la hora de cogerlos.
- Quitar el fuerte olor de un envase de plástico que no consigues que se vaya: déjalo durante un par de días relleno de papel de periódico arrugado, el olor desaparecerá por completo. Luego lávalo bien y listo.
- Limpia el microondas: pon el microondas a máxima potencia durante tres minutos, con un vaso de agua y el zumo de 2 limones dentro. Antes de abrirlo, espera otros 5 minutos y verás cómo los olores y las horrorosas manchas se han ido por completo.
- Abre frascos sin esfuerzo: ¿se te resisten los frascos de vidrio? Simplemente introduciendo el cuchillo por debajo de la tapa, como si hicieses palanca, los abrirás en un segundo.
- Mantener las cucharas y espátulas de cocina siempre limpias: para evitar que absorban olores o cojan feos colores, hiérvelas en agua y déjalas secar al sol.
- Aprende a usar los palillos: utiliza el resorte metálico de las pinzas de la ropa para unir los palillos y así aprender a manejarte con ellos.
- Crea tu propia tapa anti-salpicaduras: ¿cuántas veces has deseado poder proteger las sartenes para no manchar toda la cocina? Pues muy sencillo, usa un colador, eso sí, tiene que ser del mismo tamaño.
- Protege tus bebidas de los mosquitos: haz un agujerito en los moldes de cupcake y colócalos con una pajita sobre los vasos de los refrescos, nadie entrará en ellos.
- Evita que la tabla de cortar se deslice: pon un paño doblado o una servilleta húmeda por debajo y listo.
- Detén el agua de la ebullición: tan sencillo como colocar una cuchara de madera cruzada sobre los bordes de la olla.
- Enfría el vino en verano: sorprenderás a todos, si para refrescar el vino sustituyes los típicos cubitos de hielo en tu copa por unas uvas previamente congeladas.
- Quítale las semillas a la calabaza: cambia la cuchara por la cuchara de bolas de helado, al ser más grande y afilada, acabarás en un instante.
- Olvídate de batir la crema: mete un bote de cristal con tapa en el congelador durante 15 minutos, luego vierte la crema y agita fuertemente, conseguirás montarla enseguida, dependiendo un poco de la fuerza que tengas claro, pero siempre mucho antes que batiéndola.
- Haz las rebanadas más prácticas: cuando cortes por ejemplo manzanas, haz el primer corte por el corazón, así una vez retirado este, te permitirá luego cortarla en trocitos más pequeños.
- Pela los camarones sin esfuerzo: separa, con un tenedor la piel por la espalda hasta que puedas tirar de la cola.
- Engrasa la cuchara de la miel: para evitar que la miel se pegue a la cuchara a la hora de usarla para medir, engrásala antes. ¡Verás que efectivo! Este truco también funciona con los cuchillos cuando se van a cortar cosas pegajosas, como dátiles, y con el rallador para los quesos más grasos.
- Condimenta en el momento adecuado: parece algo insignificante, pero es muy importante condimentar en el momento adecuado. Así, por ejemplo, a la carne, hay que echarle la sal antes de empezar, sin embargo, la pimienta una vez terminada. En la pasta, la sal se echa en el agua una vez empiece a hervir.
- Cocina el pollo en menos tiempo: conseguirás cocinarlas antes si a las pechugas les haces cortes transversales para que sean más finitas.
- Cocina uniformemente el pescado y la carne: media hora antes de cocinar, retira de la nevera tanto el pescado como la carne para que se cocinen igual por todos lados.
- Evita que el pescado se pegue a la sartén: si colocas una cama de limones, conseguirás que el pescado no se pegue y además le darás un riquísimo sabor.
- Prepara una carne jugosa y sabrosa: conseguirás servir una tierna y exquisita carne si una vez cocinada la dejas reposar un poquito, entre 5 y 10 minutos cubierta con papel aluminio
- Deja el relleno por fuera: si horneas un pollo sin relleno, el tiempo se reduce notablemente. El relleno puedes servirlo en un plato aparte.
- Desgrasar un caldo: cuando no tienes tiempo suficiente, pasa unos cubitos de hielo por encima del caldo, así conseguirás que se solidifique y podrás retirarlo sin dificultad.