7 errores en repostería que debes evitar
Escrito Por Mageflón.
¿Sabes cuáles son los 7 errores de repostería que no debes cometer? ¿Te gustaría saber en qué solemos fallar cuando elaboramos un postre? Te cuento en qué consisten estos equívocos tan frecuentes y cómo podemos evitarlos.
De sobra es sabido que la repostería está reñida con la imprecisión. Para triunfar con un postre, resulta fundamental seguir la receta al pie de la letra y alejarse de la improvisación. Sin embargo, hay ocasiones en las que, pese a realizar paso por paso todo lo indicado en la receta no obtenemos el resultado esperado. En ese caso es probable que estemos cometiendo alguno de estos fallos, todos tan frecuentes como fáciles de solucionar. ¿Quieres saber cuáles son los errores de repostería más habituales? Toma nota.
- No pesar las cantidades de ingredientes correctamente: en repostería es fundamental pesar las cantidades de los ingredientes de manera exacta. Si lo hacemos a ojo estaremos alterando la fórmula de la receta original y obtendremos un resultado muy diferente al esperado. Las tazas miden cantidades según su volumen y este dependerá de las características del ingrediente y de cómo se use la taza.
- Sustituir ingredientes sin criterio: es uno de los errores de repostería más frecuentes. Hay que ser consciente de que emplear un ingrediente en lugar de otro siempre va a dar un resultado diferente. Para evitar errores de repostería no es conveniente enredar con los ingredientes. Al menos no sin ser consciente de que el experimento puede resultar fallido. Si por necesidades nutricionales o dietéticas debes evitar algún ingrediente, siempre es preferible buscar una receta ya formulada teniendo en cuenta esa situación. Los impulsores, los endulzantes, el huevo y los tipos de harina no deben sustituirse sin saber qué se está haciendo. Tampoco se puede sustituir el cacao por preparados para desayuno ni por chocolate. Por el contrario, en muchas preparaciones la leche entera podría sustituirse por otro tipo de leche o bebida vegetal. Tampoco habría mucho problema con los intercambios entre azúcar blanco, moreno y panela. El uso de aromas, frutas y frutos secos también suelen admitir variaciones a nuestro gusto.
- No conocer el horno de casa: popularmente se dice que cada horno es un mundo y, aunque todos estén en el planeta Tierra, algo de verdad hay en este dicho. Es importante que conozcas el funcionamiento de tu horno en particular, pues existen una gran variedad de modelos, cada uno con unas características diferentes. En ocasiones, sobre todo si el horno tiene unos años o es de gama baja, el termostato no está bien calibrado. Es decir, puede que programes el horno a 180º pero que en realidad esté calentando a 190º. Otro de los problemas que suelen presentar los hornos de casa es que no siempre reparten el calor de manera uniforme. Es posible que tu electrodoméstico caliente más por el fondo que por la zona cercana a la puerta, o más por un lado que por el otro.
- No limpiar los bordes del bowl: utilizar las cantidades correctas de ingredientes es fundamental para evitar errores en repostería. Por eso, cuando trasferimos ingredientes de un recipiente a otro, es muy importante limpiarlos bien y no dejar nada pegado al fondo o a las paredes. De nada sirve pesar adecuadamente un ingrediente si luego no lo añadimos todo a la preparación. Además, si no repasamos bien los recipientes, no solo podemos alterar las proporciones de la receta, sino también estaremos desperdiciando alimentos. Para limpiar los recipientes lo mejor es emplear lenguas de repostería. Por lo general suelen estar hechas de silicona, un material flexible que nos permite llegar a todos los recovecos de los recipientes y apurar bien su contenido.
- Usar un molde de tamaño diferente al indicado: debes emplear un molde de tamaño parecido al que se usa en la receta que estás siguiendo. Especialmente si no tienes mucha experiencia, te aconsejo buscar recetas que indiquen el tamaño del molde que se necesita. Además, deberás calcular a ojo el tiempo de horneado. Y lo contrario. Si el molde es demasiado pequeño, el bizcocho puede desbordarse al subir y probablemente tampoco cuadren las indicaciones para hornearlo. No es necesario que el tamaño sea exacto, puede oscilar un par de centímetros arriba o abajo. La idea que quiero transmitirte es que, en repostería, las características del molde deben tenerse en cuenta y su elección no debe hacerse al azar.
- Utilizar los ingredientes fríos: es uno de los errores de repostería más fácilmente evitables pero que más solemos cometer. Nunca se deben mezclar ingredientes cuyas temperaturas sean muy diferentes, a no ser que la receta lo indique expresamente. El resultado puede ser que los ingredientes no se integren bien o, en el peor de los casos, se corten. Esto es muy fácil que ocurra con las masas que llevan mantequilla u otro componente graso como el chocolate. Al añadir la leche o los huevos fríos, la grasa se vuelve a solidificar formando grumos y separándose del resto de ingredientes.
- Trabajar en exceso las preparaciones: por lo general, las elaboraciones de repostería deben amasarse, mezclarse o batirse lo justo. De lo contrario pueden llegar a estropearse, cortarse, perder volumen, etc. No debemos pensar que cuanto más mezclado esté algo, mejor. Sin embargo, no cometas el error de ir al extremo opuesto y dejes los ingredientes sin mezclar. Es más, te recomiendo revisar siempre el fondo de los recipientes y repasarlos con una lengua de repostería para que no haya restos sin integrar.
Cerramos la lista de los 7 errores de repostería más habituales con unos últimos consejos, pero puede que los más importantes: en primer lugar, lee bien la receta antes de ponerte manos a la obra y sigue las indicaciones. Además, evita en la medida de lo posible cocinar con prisas y agobios. El disfrute de la repostería no solo está en el resultado, sino también en el proceso de elaborarla.