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Curiosidades gastronómicas que no sabías

Escrito Por Mageflón.

El mundo de la gastronomía está lleno de trucos y métodos para lograr los mejores sabores y experiencias, pero también hay muchísimas curiosidades. Todo buen chef debe conocerlas para sacar el máximo partido a sus recetas, o simplemente para estar en plena actualidad dentro de su sector. A continuación, te presentamos algunas curiosidades gastronómicas que igual leéis por primera vez.

Las zanahorias no mejoran la vista: este mito nos ha acompañado desde hace décadas, y a muchos niños que no sentían demasiado cariño por las zanahorias les ha generado más de un problema. Lo cierto es que las zanahorias tienen muchísimas propiedades, y que hay productos como las espinacas o los arándanos que nos proporcionan vitamina A, muy necesaria para nuestros ojos, pero no vamos a eliminar nuestra miopía a base de comer algún alimento concreto.

Esta creencia surgió durante la Segunda Guerra Mundial, donde los británicos empezaron a utilizar un eficiente radar aéreo para derribar a los bombarderos alemanes. Su existencia era secreta para evitar plagios, de modo que la excusa que dieron las Fuerzas Aéreas Reales Británicas es que sus pilotos tenían una dieta a base de zanahorias que hacían mejorar sus capacidades y su visión.

La pasta se puede cocinar sin fuego: cocinar la pasta seca (la que solemos encontrar en el supermercado) es, finalmente, rehidratarla para que esté jugosa y rica junto a la salsa que más nos guste. Este proceso de hidratación lo hacemos habitualmente con agua caliente, pero también debéis saber que, si os encontráis sin la posibilidad de calentar el agua, también puede prepararse con agua fría en unos 30 minutos.

¿Por qué la hacemos entonces con calor? Hay varios factores. El primero es el tiempo, tardará menos en absorber el agua si ésta está caliente. Otro factor es el resultado final, ya que con agua fría corremos el riesgo de que remojemos demasiado esa pasta, y acabe pegada, quemada o quedarse chiclosa. En cambio, con altas temperaturas tomará una textura más elástica.

Las papas, manzanas y cebollas saben igual: esta es una de las curiosidades gastronómicas que más ganas teníamos de contaros. Papas, manzana y cebolla tienen texturas y sabores similares, y aunque suene a locura pueden ser confundidas si tenemos la nariz y los ojos tapados. Ha habido numerosos experimentos (sobre todo caseros), y la conclusión es clara. Si estás resfriado, es probable que no distingas entre alguno de estos vegetales al morderlos y masticarlos. Al parecer ocurre igual con el melón y el pepino, ¿se animan a hacer la prueba?

La caducidad de la miel: se ha generado un debate de largos años alrededor de la caducidad de la miel. La realidad es que la miel tiene un alto potencial de conservación por sus compuestos, ya que tiene un bajo porcentaje en agua, mucho azúcar, una acidez notable y una gran presión osmótica, lo que evita que proliferen los microorganismos que puedan estropear el alimento.

En resumen, la miel bien conservada puede ser ingerida después de los 2 o 3 años de recomendación previa a la caducidad, pero mucho ojo porque puede haber elementos externos que hagan que no esté en óptimas condiciones para el consumo.

Existen fobias relacionadas con la comida: estas curiosidades gastronómicas nos parecen las más difíciles de creer, ¡con la de experiencias que nos aporta la comida! Por desgracia, hay quien tiene miedo a ciertos alimentos o acciones, y por supuesto esos miedos están registrados y tienen su propio nombre. Por ejemplo:

Canofobia: miedo irracional a los vegetales

Mageirocofobia: miedo a cocinar

Araquibutirofobia: miedo a que la mantequilla de cacahuete se pegue al paladar conduciendo a la asfixia

Micofobia: miedo a ingerir hongos y que éstos puedan ser venenosos

Turofobia: miedo al queso o a que el queso pueda estar en mal estado.

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