Cómo elegir la medida adecuada de tu mantel
Escrito Por Mageflón.
La base de toda mesa bien vestida es, sin duda, una mantelería bonita y práctica. ¿Sabes cuáles son los mejores tejidos? ¿Y las combinaciones más estilosas? ¿Cómo guardar y mantener impecable la mantelería? Te respondemos a estas y otras cuestiones para que tu comedor levante pasiones (y likes)
- UNA BUENA BASE
Una mesa bien vestida permite realzar el servicio y la decoración elegida para la ocasión, aunque, al mismo tiempo, el mantel que elijamos para ello debe combinar con el resto de los elementos de la composición. Las mantelerías blancas de algodón y lino son la opción más neutra y versátil, ya que se adaptan tanto a una mesa formal como a una más contemporánea.
- ¿ALGODÓN O LINO?
En el primer caso se aconseja que la pieza de tela vista por completo la mesa, adaptándose por completo a sus medidas, para que sobre, por lo menos, 30 cm por cada lado. Mientras que, en el segundo, una opción en boga es la combinación de una base de algodón neutra con caminos de mesa en tonos que combinen con la decoración del comedor y los complementos, tales como vajilla o jarrones.
- COMIDA INFORMAL
En ocasiones más informales, puede sustituirse el mantel convencional por individuales o caminos de mesa en tejidos y texturas originales. Si tu mesa de comedor es un diseño especial y quieres destacar su presencia, no la tapes del todo con grandes manteles hasta el suelo. Eso sí, protege las zonas donde vayan los platos con los mencionados caminos o manteles más pequeños, pero que protejan la superficie.
- TOMA MEDIDAS
Si tu mesa es extensible, ábrela por completo y mídela para calcular la medida de mantel que necesita. Primero usa una cinta métrica para medir el largo de la mesa. Después, mide el ancho. La mayoría de los manteles tienen un vuelo de entre 15 y 30 cm. Un mantel más formal podría llegar hasta el suelo y es perfecto si quieres disimular las patas de tu mesa.
- UN CONSEJO
Acerca las sillas a la mesa para medir el largo máximo del vuelo. Hacer eso evitará que dejes más vuelo que el conveniente y que se amontone la tela sobre la silla. Puedes usar un mantel cuadrado sobre una mesa redonda. Sigue las medidas de mesa redonda recomendadas por el fabricante del mantel o mide la diagonal del cuadrado. El largo de la diagonal debe ser igual o un poquito más grande que el diámetro ideal que calculaste.
- JUEGA CON LA DECORACIÓN
Puedes tener un juego para cada estación, adaptando la decoración que procura su estampado a la época del año en que estés. En primavera, uno de flores resulta ideal. En otoño, uno de lino destacará los colores tierra propios de esta estación, que reclama mayor calidez. En invierno, alegra tu mesa para las festividades navideñas con manteles con un toque glitter, lisos pero con un aire sofisticado. Para verano, un mantel de algodón aportará frescura a tu mesa.
- CAPA SOBRE CAPA
Nuestras estilistas son unas cracks en esto de poner la mesa y que te entren unas ganas irrefrenables de querer comer en ella. ¿Uno de sus trucos? Superponer diferentes capas de manteles de diferentes medidas y colores. Un mantel que cubra toda la superficie, en un tono neutro, será la base. Después, cruza los caminos de mesa para que sirvan a dos comensales, que vayan de silla a silla enfrentadas. Si deseas dar a tu mesa un aire más chic, usa tonos de temporada como amarillos y mostazas, verde musgo o azul petróleo.
- MANTELES ANTIMANCHAS
Hay una amplia oferta de mantelerías textiles con tratamientos anti manchas, con un tacto agradable y mucho más prácticas desde el punto de vista de su limpieza y mantenimiento. Suelen ser plastificados o vinílicos, nada que ver con los antiguos hules que te pueden venir a la cabeza, ya que los actuales diseños ofrecen una amplia gama estética donde elegir.
- ¿CUÁNTOS JUEGOS TENER?
Esta es la cuestión. Las expertas en orden los tienen claro: aconsejan un par o tres, no más. Dos juegos para diario. De este modo no necesitarás más de uno o dos cajones para guardar tu mantelería al completo, siempre limpia, planchada y perfectamente doblada, de modo que el mantel cubra sus juego de servilletas, para tenerlo todo en pack y evitar pérdidas.
La tela
La elección de la tela es muy importante, tanto para el efecto práctico como estético del mantel. Los materiales más habituales son:
- Poliéster: es lavable a máquina, por lo que es relativamente fácil de cuidar. Se puede usar la secadora, pero en función delicado, y planchar en temperatura media.
- Algodón-Poliéster: es lavable a máquina, se puede usar la secadora, en función normal. Se puede planchar a temperatura media alta.
- Algodón 100%: es lavable a máquina aunque con la secadora tiende a encoger el tejido, por lo que es recomendable tenderlo al sol para secarlo. Requieren de una plancha bien caliente para sacar las arrugas.
- Lino: este tejido natural es perfecto para manteles con caídas elegantes y texturas gustosas. Requiere un lavado específico para tejidos delicados y lo mejor es que no hace falta plancha, para un efecto más casual.
- Plastificados o de vinilo: se pueden utilizar tanto en interiores como en exteriores y su punto fuerte es el mantenimiento, ya que basta con pasar un paño húmedo para mantenerlos en perfecto estado. Evita limpiarlos con productos abrasivos que puedan desgastar su superficie.
Complementos perfectos
Suma estilo a tu mantel con otros tipos de mantelería que lo pueden completar a la perfección:
- Caminos de mesa: acentúan las líneas de las mesas, sobre todo las rectangulares.
- Individuales: por lo general se usan en mesas pequeñas para 2 ó 4 personas.
- Salvamanteles: se utilizan para proteger los manteles y darle color, pueden ser redondas o cuadradas, se superponen al mantel.
- Servilletas: Hay de distintas medidas, las más habituales son las de 45 x 45 y las de 50 x 50.