Templar alimentos antes de guardarlos en la nevera: ¿verdad o mito?
Escrito Por Mageflón.
¿Alguna vez pensó o se imaginó cómo era la conservación de los alimentos antes de la llegada de este dispositivo tan indispensable? Bueno, previo a la existencia del refrigerador, la comida se deshidrataba para que durara más. Se untaba con abundante sal y, de esa forma, víveres como la carne podían conservarse.
También se utilizaba la fresquera, una pequeña dependencia del hogar que, antes de la expansión de la energía eléctrica y la popularización de la nevera, era el sistema más común, así como la despensa.
Las fresqueras debían estar en un sitio muy especial, resguardadas del calor del sol y, por ello, orientadas hacia el norte o el este. ¿Cómo eran? Tenían forma de ventana sin cristales, pero con dos puertas construidas cerca del suelo y con barro u hormigón.
En la mayoría, se colocaban dos entradas de aire en la parte superior e inferior para que hubiese un flujo continuo que mantuviese una temperatura baja en el interior de la cámara. Se podían lograr temperaturas de 12° a 16° C, suficientes para conservar las provisiones en buen estado por un período de tiempo.
¿Por qué hay que meter rápido los alimentos en la nevera?
En primer lugar, la Organización de Consumidores y Usuarios recomienda meter la comida cocinada directamente en la nevera en cuanto deje de quemar. Así, no hay que esperar a que se enfríe a temperatura ambiente.
Esta recomendación es más importante todavía en verano, ya que los alimentos pueden estropearse con el calor y quedar más expuestos a la contaminación de bacterias.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) hace la misma recomendación: meter rápidamente los productos cocinados en la nevera. Este consejo evitará el crecimiento de bacterias.
Una vez en la nevera, la proliferación de bacterias se da más lentamente e, incluso, llega a detenerse. Por eso, para evitar tener que tirar la comida y todo el trabajo que lleva cocinarla, es mejor pasarla a temperaturas frías.
El único motivo por el que no habría que meter los alimentos cocinados todavía calientes en la nevera es que, según la OCU, la temperatura de estos hace aumentar la temperatura del interior en un principio, por lo que aumenta el consumo de energía. Sin embargo, es más importante mantener la seguridad alimenticia.
Otros consejos para meter en la nevera los alimentos cocinados es que estén bien envueltos, en envases o recipientes que queden cerrados correctamente. Además, hay que evitar contaminarlos usando para manipularlos cubiertos y manos bien limpios. En caso de que vaya a pasar mucho tiempo hasta su consumo es mejor congelarlos que meterlos en la nevera.